FRANCES Y RICHARD RAWE



"Nuestra Búsqueda por la Verdad y Justicia"



Era un día caluroso para el verano del 1940 en Gran Coulee, Washington. Yo estaba jugando en una tina de agua que estaba en nuestro césped del frente cuando una pareja que parecía amigable venía subiendo la colina hacia nuestra casa. Ellos vinieron para entregar una carga de libros que mi padre les había comprado a ellos en su ferretería que estaba al sur de la ciudad. Yo corrí mojado como estaba para escuchar lo que ellos le estaban explicando a mi madre, en relación con aquellos libros. Ellos eran Testigos de Jehová, y se encontraron con mi padre en una ocasión que estuvieron ministrando de tienda en tienda. Según ellos hablaban, yo me impresioné profundamente por lo que estaban diciendo, incluso a mis seis años de edad. Éste aparente incidente casual se grabó indeleblemente en mi memoria, tan vívido como si hubiese pasado hace sólo unos días, esto fue el principio de un cambio profundo en el curso de nuestras vidas, y así comenzó nuestra búsqueda por la verdad y justicia.

Había cuatro tipos de personas, llamadas "precursores" y "precursores especiales" que habían venido a nuestra área para traer el mensaje de la religión de la Watchtower. Según continuamos estudiando la Biblia con ellos, yo fui fascinado sobre todo con el hombre más viejo del grupo cuyo nombre era Gus Gerkhe. Su devoción amorosa hacia Dios y el brillo de su honestidad espiritual a través de su paciencia, detallando el razonamiento de las Escrituras. Pocas personas que yo haya conocido en esta vida subsecuentemente podrían igualar el calor moderado de este hombre, su bondad, y justicia tratando con las personas, esto ha dejado grabada una influencia duradera en mí hasta el día de hoy.

Dos años después de este encuentro, yo fui el primero en mi familia en dedicarme ("consagrarme" como lo llamábamos entonces) y bautizarme a la tierna edad de ocho años y cinco meses el 20 de septiembre de 1942, en Spokane, Washington. Mi madre se bautizó al año siguiente. La Segunda Guerra Mundial estaba en su apogeo y las agresiones contra los Testigos de Jehová no eran extrañas debido a nuestra posición de neutralidad política, rehusando luchar en la guerra e incluso saludar la bandera, en un momento cuando emocionalmente el patriotismo estaba en su cúspide y los hombres jóvenes del país estaban dando sus vidas en batalla.

Los precursores que habían llegado la ciudad de Grand Coulee eventualmente se marcharon a otros pueblos, a unas distancias de dos o tres horas, para promover otras nuevas congregaciones. Cuando ellos dejaron nuestro grupo no habían hombres adultos, y cayó la responsabilidad sobre mi madre de asumir todo el papel de la posición del "siervo" para nuestra pequeña congregación, conduciéndose las reuniones en su mayor parte en nuestro hogar por aproximadamente los siguientes seis años. Yo era el único niño Testigo de Jehová en nuestra escuela elemental. Me exigieron que dejara el aula siempre que ellos pronunciaran la oración del "Voto de Lealtad" a la bandera o se pusieran de pies para cantar el himno nacional. Después de la escuela, algunos niños me corrían bajando una colina hasta un hoyo de arena para una riña. Me resguardaba lo mejor que yo podía pegándoles con mi caja de almuerzo de metal pequeña. Entonces tuve la gran idea de poner unas cuantas piedras en mi caja de almuerzo para darle más

En el 1948, el patriotismo comenzó a disminuir un poco después de la guerra, y muchos precursores se mudaron a nuestra área para promover estudios bíblicos y construir una congregación. Por lo tanto, la congregación creció y las reuniones se movieron de nuestra casa a un edificio que mi padre tenía en el pueblo. Aunque él nunca se unió a los Testigos, él siempre fue propicio con ellos y nos apoyó a mi madre y a mí en nuestra dedicación. Así que para los tiempos cuando yo estaba en la escuela secundaria, habían otros niños Testigo cuyas familias fueron atraídas al mensaje de los Testigos de Jehová. Un maestro de inglés se volvió bastante interesado permitiéndonos tener discusiones durante la clase; incluso los debates con compañeros de clase de la fe evangélica para así permitir poder presentar ambos lados de la moneda. Un cambio muy distinto a mi situación de mis años en la escuela elemental.

El 1º de mayo de 1952, a los 18 años de edad, yo entré con dedicación exclusiva al servicio como "precursor" en la ciudad de Ephrata, Washington. Para octubre de ese año una congregación fue formada, y continué sirviendo como precursor con esa congregación por más de 22 años. Con toda honestidad, cuando repaso esos años tengo unos recuerdos maravillosos. Tuve unas experiencias estimulantes y conocí a muchas personas buenas de diferentes trasfondos, y nuestra congregación prosperó. Con esto no quiero decir que nunca hubo algún contratiempo o situaciones problemáticas con personas que las ocasionaran. Hubo un tiempo cuando nosotros experimentamos una retracción bastante severa por adversidades en la congregación; pero nosotros intentamos tratar con ellas conforme a las Escrituras y bajo la dirección de la Sociedad, y los asuntos eventualmente se solucionaron.

El 9 de diciembre de 1962, fue un día de gran bendición en mi vida, cuando me casé con mi esposa, Frances. Ella ha sido una compañera fiel, y nosotros nos sentimos guiado divinamente en nuestra búsqueda unida, viendo como los asuntos han resultado en nuestras vidas. Mi esposa Frances nació de una familia numerosa en Nuevo México, viviendo en la pobreza dónde 75 años antes, su abuelo viajó desde Tennessee para tomar posesión de una "concesión de la tierra española". Frances dice que ellos eran pobres, pero ellos no se daban cuenta debido a que; ¿en la Gran Depresión quién no era pobre? Ella tuvo que dejar la escuela cuando estaba en séptimo grado para ayudar con todos los niños en su familia. La familia se había vuelto a mudar para Kansas cuando, a la edad de dieciséis, Frances tomó un trabajo en una ciudad que estaba cerca para ayudar con los gastos de la familia. Era un trabajo de camarera en el hotel más fino del pueblo. Al principio, ella era tan jíbara que la gente de la ciudad se divert

Algunos años después, Frances se mudó a Nueva Jersey y trabajó en el hotel ‘Cherry Hill Inn’ en la pista de carreras del ‘Garden State Race Track’. Ella una vez tuvo el placer de servirle a la Princesa Grace Kelly, cuando la recepción de la boda se sostuvo allí para ella. También fue allí que Frances se encontró y trabajó con otra camarera que era Testigo de Jehová. A través de su amistad, se le inculcó el interés a Frances sobre la Biblia y ella fue atraída a la asociación con los Testigos de Jehová en 1955. Después, Frances se mudó nuevamente, esta vez al Estado de Washington dónde ella tenía algunos parientes viviendo, y reanudó su asociación con los Testigos en el mismo circuito dónde yo vivía. Así fue cómo nosotros nos conocimos y después nos casamos.

En su mayor parte, nuestras vidas eran unas felices durante esos años. Siendo Testigos de Jehová, la dirección de la organización en ese momento nos sirvió para cumplir nuestras perspectivas hasta algún tiempo a principio de los años 1970. Entonces los cambios empezaron a ocurrir, casi imperceptiblemente al principio, que a su debido tiempo consintió que unos eventos se desplegaran, que dieron un cambio profundo en el curso de nuestras vidas, tan dramático como lo fue aquella primera visita de los precursores que entraron a nuestra casa en Gran Coulee para el 1940 cuando yo tenía seis años de edad; sólo esta vez era en sentido contrario.

Significativamente, la gota que dio comienzo para que se derramara la copa fueron los eventos que pasaron durante el 1972 cuando la Sociedad Watchtower estableció la "institución de los ancianos" para la dirección de la congregación, reemplazando el sistema anterior de tener tres supervisores designado en las posiciones (el supervisor de congregación, supervisor auxiliar, y supervisor de estudio de libros). En ese momento yo estaba sirviendo como "supervisor" de congregación en la cuidad de Ephrata. Cuando las instrucciones de la Sociedad llegaron para considerar a todos los hermanos calificados para ser nombrados a la dirección en las congregaciones, yo me reuní con el supervisor de congregación auxiliar, el supervisor de estudio de libros, y los otros hermanos bautizados en nuestra congregación para discutir los requisitos de acuerdo a las Escrituras para ser un anciano (basándome en 1ª Timoteo 3:1-7, Tito 1:5-9, y 1ª Timoteo 3:8-13). Considerando quién además de nosotros podría calificar,

Por alguna razón desconocida para nosotros, la Sociedad, a través del supervisor de Circuito, entonces le ordenó a una congregación cercana en la ciudad de Moses Lake para que hiciera la recomendación de los ancianos de nuestra congregación lo cual ellos hicieron. Por tal acción, si la Sociedad lo hizo intencionalmente o no, pero esto trazó el curso de los eventos que siguieron, de todos modos ellos deben compartir la carga de responsabilidad por las consecuencias de aquéllos que fueron nombrados, porque ellos reclaman que tales nombramientos son bajo la dirección divina del "espíritu santo". En este caso, los nombramientos fueron de hombres cuyas reputaciones previamente ya habían sido descubiertas en su totalidad. ¿Podría ser casualidad que los ancianos que fueron nombrados fueron los mismo hermanos que nosotros habíamos rechazado previamente su nominación en nuestra congregación de la ciudad de Ephrata, e incluyeron a dos quiénes eran parientes de ciertos miembros del comité de la congregación?

La congregación pasó entonces a manos de hombres, que habían sido juzgados por muchos de nosotros, como personas de dudosa reputación, y con una propensión de tener poder. Muy frecuentemente, yo me encontré en situaciones antagónicas donde yo difería con estos "ancianos" porque yo defendía a las personas en la congregación que eran acusadas falsamente de haber hecho algo malo. Por ejemplo, en un caso dos hermanos jóvenes que eran precursores juntos durante los veranos, y en otras ocasiones, uno que sólo tenía 12 años de edad, se le acusó de homosexualidad y de venta y uso de drogas. (Uno de los muchachos más tarde abandonó la organización y se unió a la Armada Naval.) Hubo un caso de un hermano más viejo en la congregación que quedó incapacitado, y no era capaz de caminar. Los ancianos fueron a su casa y oraron por él, y entonces se le declaró que él fue sanado. Ellos le dijeron que botara sus medicamentos y que sé fuera de puerta en puerta. Cuando él no pudo hacerlo, ellos lo acusaron de ser una persona falto de fe

Al debido transcurso de tiempo, Frances recibió una llamada telefónica de una joven hermana que había oído por casualidad algunas discusiones del comité de ancianos que estaban haciendo planes para expulsarme. Nosotros no podíamos imaginar qué cargos ellos traerían. Entonces un día en 1975, uno de los ancianos vino a ver a mi esposa dónde ella trabajaba sirviendo almuerzos en un restaurante local. Él le informó de sus intenciones de tomar acción contra mí bajo cargos de "apostasía", y le aconsejó a ella que cooperara. Ella le contestó que los cargos eran absurdos y patentemente se negó a estar de acuerdo con él. Como consecuencia, ella fue convocada a una reunión con el anciano y él procedió a acusarla por toda clase de conducta inmoral. Él era bastante enérgico en sus imputaciones, citando las ofensas de Gálatas 5:19-26. ¡Con una revista de La Atalaya enrollada en su mano, él se golpeaba con ella en su rodilla y entonces le apuntaba a ella y la acusaba así: "¡Esa es usted, hermana"!

Las acciones del comité se reanudaron contra mí bajo el cargo de apostasía. Siendo que yo había vivido en el área toda mi vida, y fui criado dentro de los Testigos, yo era bien conocido entre los Testigos a lo largo del Noroeste, y el esfuerzo por expulsarnos fue la noticia del día en muchas de las congregaciones en la región. Entre otros, había un Testigo bien versado, muy activo y hábil de la ciudad de Wenatchee, un hombre de negocios exitoso que se interesó en nuestro caso. En una visita a él, Frances y yo nos sentamos calladamente cuando él telefoneó a las oficinas de la sede principal de la Watchtower y habló con el miembro del cuerpo gobernante, Grant Suiter, en un teléfono con alto parlante. Este Testigo muy afluente no tenía miedo de hacer tal llamada, siendo que él hacía contribuciones monetarias sustanciales para la Sociedad, incluyendo algunos cheques personales a Suiter y Knorr de tiempo en tiempo. En la discusión, la cual todos nosotros escuchamos, él le preguntó que podría hacer.

Ahora para poder realmente apreciar cuan serio era la dificultad que mi esposa y yo nos imaginábamos que estábamos metidos, usted debe comprender que los Testigos de Jehová tenían expectativas que el Armagedón habría de ocurrir ese año (1975) para principio de octubre o cerca, por lo menos a un mes. En verdad era algo bien aterrorizante para todos los creyentes que éramos Testigo de Jehová. Nosotros no perdimos tiempo apelando la decisión, y tuvimos éxito consiguiendo que formaran un comité de apelación de circuito. Las noticias se habían extendido a otras congregaciones alrededor de la región Noroeste. Obviamente, el Armagedón no ocurrió en octubre y nosotros nos sentíamos como que ya teníamos un indulto. En un período de cinco meses, hubo 13 reuniones que tomaban todo el día por el comité de apelación con mi esposa y yo y un numeroso grupo de testigos que dieron testimonio a nuestro favor. El comité de apelación tuvo en consideración todos los 70 cargos y las pruebas que nosotros sometimos

Al principio, los ancianos de Ephrata negaron que ellos hubieran hecho algo malo o que mintieron. Más bien, ellos reclamaron que las expulsiones fueron cambiadas porque ellos no siguieron los procedimientos estrictamente apropiados. Sin embargo, para su mortificación, les ordenaron hacer una carta y que la enviaran a todas las congregaciones que habían sido notificadas sobre la expulsión, que desde la plataforma fuera leída la carta en cada congregación, anunciando que nosotros fuimos exonerados de todos los cargos. Un nuevo Supervisor de Circuito se había asignado a nuestro circuito, y con estas noticias, él ahora se encontró con una barrera de Testigos en las congregaciones que le preguntaban qué acciones se tomarían contra esos ancianos de Ephrata por el daño que hicieron. Testigos, e incluso algunos que no eran Testigos, le escribieron a la Sociedad. Debido a todo este enredo el Supervisor de Circuito eventualmente llamó a la Sociedad, lo próximo que escuchamos acerca de todo esto fue un

Comprendiendo lo increíble que todo esto debe sonar, yo no hago ninguna reclamación de que nuestro caso es uno típico dentro de los Testigos de Jehová por todas partes; de eso yo estoy consciente. No obstante, aunque no con mucha frecuencia han ocurrido otras acciones que tenemos conocimiento, igual de disparatadas esto por el distanciamiento departe de la Sociedad de la justicia, esto cuando sus propios intereses son desafiados. Es muy probable, que la última decisión contra nosotros fue influida debido a la publicidad de nuestro caso y la reflexión adversa que tuvo contra la organización Watchtower por el engaño de decir que tales nombramientos de ancianos y las acciones que ellos toman son "dirigidas por el espíritu" de Jehová Dios. Esto nos revela cómo es que la corrupción sigue una organización cuando se vuelve ella misma en una auto-servidora y se va por encima de los valores y principios que pretende establecer; cuando se convierte en un vehículo de poder para los hombres, y el manten

La crueldad de hombres manejados por el celo de obtener poder y control sobre las personas se demostró aun más allá en la acción tomada contra mi madre, Augusta Rawe. Diez años después de estos eventos, ella era expulsada, a la edad 85 años, por "mala asociación", y por ninguna otra razón, simplemente porque mi esposa y yo continuamos visitándola mas o menos una vez al mes. Nosotros éramos la única familia que ella tenía. Ella había conocido toda la verdad sobre nuestra situación. Sin embargo, ella nunca vaciló en el servicio fiel, yendo de puerta en puerta por más de 40 años, justo hasta el día antes de que ella fuera expulsada bajo las directrices del Supervisor de Circuito. Ella nació en 1898 de padres alemanes en Rusia, las circunstancias la habían obligado a que emigrara sola a los Estados Unidos cuando ella tenía sólo 13 años. Ella era bien conocida en la comunidad de Gran Coulee por sus muchos años de actividad como una Testigo de Jehová, llamando en las casas de las personas y siendo

En los años que siguieron mi separación de la Watchtower, yo pude consagrar más tiempo para mi sustento, así como más tiempo al estudio personal de la Biblia, la historia de la organización de la Watchtower, y la historia primitiva de la cristiandad. Naturalmente, muchas cosas han salido a la luz sobre la organización que yo previamente ignoraba como un fiel Testigo de Jehová. Yo no me preveo tornándome en un miembro de otra religión, aunque yo sí asisto a varios estudios bíblicos cada semana en varias iglesias, e incluso de vez en cuando conduzco algunos estudios. A lo que más me dedico, es a compartir con otros promoviendo conferencias de estudios bíblicos que nosotros nos referimos a ellos como las "Conferencias del Nordeste".

Sobre las Conferencias del Nordeste:

Nosotros hemos sostenido sobre 60 de tales reuniones para el tiempo que se escribió este artículo. El enfoque de estas conferencias es de diversidad doctrinal dónde se le dan a los portavoces 30 minutos para presentar diversas creencias, seguido por un período de 15 minutos de preguntas y respuesta del público. La asistencia a estas reuniones ha sido desde 50 a aproximadamente 250. En una ocasión la asistencia llegó a 650 personas, pero el promedio general está alrededor de 50 qué simplemente es correcto para nuestra agenda. Regularmente un número de anteriores Testigos de Jehová participan en estos programas, al igual que otros participantes que han asistido de todo el país. Algunas personas tienen la impresión que las reuniones están basadas en argumentos irreconciliables sobre doctrinas, pero nosotros en verdad sentimos que es todo lo contrario. Mientras que las discusiones pueden parecer por momentos acaloradas, el objetivo es adherirse a una conducta cristiana presentando los diversos puntos de vista.

Richard Rawe
Box 443
Soap Lake, WA 98851
U.S.A.
Teléfono: (509) 246-1559


Richard Rawe es distribuidor de varias publicaciones, libros, folletos, videos, grabaciones de casete, y otra literatura de interés a los Testigos de Jehová, incluyendo el folleto por la Sociedad Watchtower "Preparando el Niño para Casos de Custodia" y otras informaciones sobre casos de custodia de niños con los Testigos de Jehová. Además, él mantiene una colección exhaustiva de artículos de periódico sobre los Testigos de Jehová de alrededor del mundo. Para un listado completo de literatura y precios, contacte a Richard Rawe directamente a la dirección mostrada anteriormente o por teléfono.



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