UN FELIZ ESCLAVO DE JEHOVÁ EMPIEZA A SERVIR


THOMAS J. SULLIVAN


Recortes recogidos de diferentes publicaciones de la Watchtower



*** yb79 pág. 96 Canadá ***

Durante la segunda década del siglo veinte Thomas James Sullivan empezó su fiel servicio como esclavo gozoso de Jehová. En 1911, mientras trabajaba en Brooklyn, Nueva York, Sullivan oyó a un compañero decir que el pastor Russell no creía en el infierno. Esa declaración quedó grabada en la mente de T. J. Sullivan porque nunca había podido armonizar la doctrina del tormento eterno con un Dios de amor. (1 Juan 4:8) Sin embargo, este joven no oyó nada más acerca de estas creencias sino hasta 1913.

En noviembre de ese año, Sullivan estaba en Winnipeg, Manitoba, ayudando a instalar un sistema para intervenir la contabilidad de una cadena de hoteles que el ferrocarril estaba construyendo. El personal incluía a una joven que siempre llevaba consigo una Biblia, y exhibía en su oficina seis volúmenes de los Estudios de las Escrituras por el pastor Russell. Estaba tan bien versada en el uso de la Biblia que aun los de la administración le hacían muchas preguntas bíblicas. Pero, ¿por qué no dejar que T. J. Sullivan continúe el relato? Hace unos cuantos años él escribió:

“A veces teníamos que trabajar hasta medianoche o más tarde. Puesto que las arterias de transporte terminaban alrededor de la medianoche y ella tenía que caminar una distancia grande hasta su casa, me ofrecí voluntariamente a acompañarla. Estas caminatas suministraron la oportunidad de conversar más sobre la Biblia, y el marco de circunstancias para esto era verdaderamente inspirador. Para apreciar esto, uno tiene que conocer las grandes praderas del Noroeste. La temperatura generalmente oscilaba entre los 29 y 40 grados centígrados bajo zero a aquella hora de la noche. La nieve estaba amontonada de un metro a metro y medio de altura en cada lado del camino. El cielo frío, claro, azul, arriba y la aurora boreal que atravesaba los cielos recalcaban la grandeza y majestad de la creación de Dios. El hablar en cuanto a los propósitos de Dios en medio de aquellas condiciones era para mí muy impresionante y sagrado. Parecía que hacía un llamamiento a todo lo que estaba en mi interior para que me esforzara por alcanzar el amor y el cuidado de tan maravilloso Creador.”

T. J. Sullivan sí se esforzó por alcanzar ese amor y cuidado divinos. Empezó a asociarse con los Estudiantes de la Biblia en Winnipeg y se bautizó como siervo dedicado de Jehová antes de la celebración de la Cena del Señor en 1916. Sería apropiado agregar que en septiembre de 1918 el hermano Sullivan se casó con la hermana Evelyn Finch, el primer testigo de Jehová que había llegado a conocer al llegar al Canadá y la joven que había hecho tanto para ayudarlo a conseguir un conocimiento de los propósitos de Dios.

En 1924, el hermano y la hermana Sullivan llegaron a ser miembros de la familia de Betel en Brooklyn. Los dos sirvieron allí fielmente durante el resto de su vida terrestre. T. J. Sullivan sirvió como esclavo feliz y fiel de Jehová en Betel (con el tiempo como miembro del Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová) hasta que murió, el 30 de julio de 1974, a los 86 años de edad.


*** yb74 págs. 257-258 ¿Está muerta su fe, o viva? ***

A las diez de la mañana el presidente abrió la sesión de la reunión anual de la Sociedad, y mostró que 415 de los miembros, del número total de 427, estaban presentes en persona o por poder. Entonces informó a los presentes que el hermano T. J. Sullivan, quien ha sido un fiel y amado hermano y director de la Sociedad por aproximadamente cuarenta años, había considerado necesario renunciar el 5 de septiembre de 1973. Hizo esto debido a impedimentos físicos, principalmente su vista, pobre condición de salud, y su edad de ochenta y cinco años. Como escribió el hermano Sullivan en su carta: “Me parece que está más allá de mi capacidad física cumplir con los muy pesados requisitos de un director de la Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania. En medio de estas circunstancias, por lo tanto parece estar enteramente de acuerdo con la voluntad de Jehová . . . que esta renuncia acontezca con la mayor prontitud.” El hermano Sullivan también escribió que consideró este privilegio de servicio como director “uno de los más gozosos servicios que he tenido desde que he estado asociado con la Sociedad Watch Tower.”

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