"Terremotos en un lugar trás otro"



EL MUNDO.ES | MADRID 22/09/1999



LA TIERRA NO SÓLO tembló en Taiwan. Entre el lunes y el martes, fueron varios los terremotos que, a lo largo y ancho del planeta, movieron las sensibles agujas de los sismógrafos. Por suerte, ninguno de ellos provocó víctimas, y los daños, cuando los hubo, fueron de escasa importancia.

Nuestro país no se libró. A las 19.10 horas de ayer un terremoto se registró en la provincia de Murcia, con una magnitud de 2,7 grados en la escala de Richter, según informó a Efe el Instituto Geográfico Nacional. El seísmo tuvo su epicentro en la latitud 37.89 grados Norte y la longitud 1.09 grados Oeste, que corresponde a la zona del sureste de Murcia. El movimiento fue sentido en Murcia capital y tuvo una réplica de 2,1 grados de magnitud.

En Grecia, un país recientemente sacudido por un terremoto devastador, también se registró un movimiento sísmico en la madrugada de ayer. Su magnitud fue de 5,2 grados en la escala de Richter. El epicentro se registró a 600 kilómetros al nordeste de Salónica, en el Mar de Marmaris.

Al otro lado del mundo, en Guatemala, también se estremecía la tierra. En el epicentro, se registraron 4,7 grados Richter, según el guatemalteco Instituto de Sismología, Vulcanología Meteorología e Hidrología. El temblor se sintió en los departamentos de Santa Rosa, Retalhuelu, Quetzaltenango, Sacatepequez, Chimaltenago y en la capital, Ciudad de Guatemala. El mismo temblor se pudo sentir en El Salvador, donde su magnitud se estimó en 5,2 grados Richter.

Muy cerca de España, en Portugal, concretamente en la región de Lisboa, un temblor de cuatro grados Richter sembró el temor entre los habitantes de Estoril y Cascais. Ya que a 15 kilómetros al suroeste de esta ciudad fue donde se localizó el epicentro, según informa Efe. Y, por último, Italia también sufrió, pasadas las 9.00 horas de ayer, dos terremotos, separados por sólo un minuto. Los temblores, tuvieron una magnitud de 2,5 y 2,6 grados en la escala de Richter. Ambos seísmos, que sorprendieron al propio Instituto Nacional de Geofísica italiano, tuvieron su epicentro a 70 kilómetros de Roma, en los montes Rufi.



Los científicos atribuyen los devastadores terremotos al azar



EL MUNDO.ES | MADRID 22/09/1999



TERREMOTOS DESTACADOS POR INTENSIDAD
Intensidad Localización Año Muertos
9.5 Valdivia, Chile 1960 6,000
9.1 Océano Índico 2004 230,000
9.0 Kamchatka, Rusia 1952 ?
8.9 Sanricu, Japón 1993 3,012
8.9 Ecuador 1906 2,00
8.7 Alma-Ata, Unión Soviética 1911 450
8.6 Assam, India 1950 1,526
8.6 San Francisco, USA 1906 500
8.6 Valparaíso, Chile 1906 2,500
8.5 Aleppo, Siria 1138 230,000
8.4 Kanto, Japón 1923 142,000
8.1 Ciudad de México, México 1985 30,000
8.1 Tadykistán, URSS 1907 1,200
8.0 Messina, Italia 1908 82,000
8.0 Tsing-Hai, China 1927 41,000
8.0 Anatoliam Turquía 1939 30,000
8.0 Sichuan, China 2008 ¿80,000?
7.9 Bhug, India 2001 30,000
7.9 El Salvador 2001 700
7.9 Tokio y Yokohama, Japón 1923 143,000
7.8 Tang-shan, China 1976 255,000
7.8 Japón 1993 185
7.7 Balochistan, Pakistán 1935 60,000
7.7 Tabas, Irán 1978 35,000
7.6 Taiwan 1999 2,500
7.5 Isla Sakalina, Rusia 1995 1,989
7.5 Bucarest, Rumania 1977 1,500
7.5 Izmit, Turquía 1999 40,000
7.2 Kobe, Japón 1995 6,430
7.2 Sur de Italia 1980 2,735
7.1 Erzerum, Turquía 1983 1,300
7.1 Irán 1997 1,560
6.9 San Francisco, USA 1989 68
6.9 Armenia 1988 25,000
6.8 Irán 1982 1,027
6.6 Los Angeles (USA) 1914 55
6.4 India 1993 30,000
6.3 Adana, Turquía 1998 144
6.2 Managua, Nicaragua 1972 10,000

MADRID.- La Tierra de final de milenio se escribe con «t» de terremoto y la comunidad científica busca explicaciones.

Primero fue Turquía (15.000 muertos). Después, Grecia (120 fallecidos). El pasado lunes, Taiwan... De momento son ya 1.700 muertos, 4.000 heridos y más de 3.000 las personas que permanecen atrapadas entre los escombros. ¿A qué se debe esta cadena de devastadoras convulsiones?

Según declararon ayer científicos del Instituto Geológico Británico en Edimburgo, no es cierto que este año esté habiendo más terremotos que antes. Su respuesta al misterio: la mala suerte ha hecho que el mundo sufra una sucesión de seísmos mortales cerca de áreas vulnerables por lo elevado de su población.

«Es una casualidad que los últimos terremotos se hayan producido en zonas habitadas y que hayan provocado miles de víctimas mortales», confirmó ayer el jefe de la Red Sísmica del Instituto Geográfico Nacional, Juan Rueda.

Y es que hay motivos para la alarma. El poderoso terremoto que sacudió Taiwan el lunes y que ha sesgado, al menos, 1.700 vidas, vino tan sólo un mes después de los devastadores temblores que conmocionaron Turquía y Grecia.

«Los terremotos ocurren todo el tiempo y este año no estamos viendo más de los habituales. Sólo hemos tenido un mal año en términos de víctimas», calmaba ayer los ánimos Alice Walker, una sismóloga del centro británico, según informa Reuters.

Los geólogos españoles piensan lo mismo. «En contra de lo que pueda parecer», declara Emilio Carreño, jefe de Area de la Red Sísmica Nacional, «estos movimientos no se están prodigando más que en otros años».

Carreño señala que la gran diferencia respecto al pasado no radica en el número ni en la magnitud, sino en la localización, ya que el epicentro de los terremotos citados se situó en zonas con alta densidad de población, provocando un elevado número de pérdidas de vidas humanas.

«Todos los años», indica el portavoz de la Red Sísmica, «se producen terremotos de magnitud similar al de ayer en Taiwan, o a los de Turquía y Grecia, pero se localizan en el mar y en zonas del planeta que no están pobladas, y no causan daños».

Los geólogos británicos son más explícitos: el mundo es sacudido anualmente por una media de 18 terremotos de magnitud igual o superior a 7,0 grados, número que se eleva a más de 100 si bajamos el listón a 6,0. Ahí es nada.

Construcción segura

OTROS TERREMOTOS FAMOSOS
Localización Año Muertos
Shaanxi, China 1556 830,000
Dubrovnik, Croacia 1667 3/5 de la pob.
Sicilia, Italia 1693 100,000
Tokio, Japón 1703 37,000
Lisboa, Portugal 1755 100,000
Calabria, Italia 1783 50,000
Quito, Ecuador 1797 40,000
Napoles, Italia 1857 11,000
La mayoría golpea sin causar muchos daños en el mar o en remotas y despobladas áreas. Los geólogos británicos apuntan a una abrumadora obviedad: a medida que el mundo incrementa su población, el número de víctimas está obligado a crecer.

«Los factores más importantes en cuanto a daños son la proximidad a una ciudad, a cuánta profundidad surge el temblor y la calidad de las construcciones en las ciudades cercanas», dice Chris Browit, otro sismólogo del centro de Edimburgo.

La comunidad científica hurga en las respuestas. Los tres grandes terremotos más recientes fueron ocasionados probablemente por distintas causas. Mientras que el de Turquía fue un caso de dos placas que se oprimieron entre sí, en el de Grecia se trató probablemente de dos placas tirando hacia lados opuestos. Por último, el del Taiwan, ha sido un terremoto de subducción, que se produce cuando una placa se desliza debajo de otra. Los tres sucedieron cerca de áreas fuertemente pobladas, el noroeste de Turquía, Atenas y Taipei.

Y ¿por qué dos terremotos de la misma magnitud, como el de Taiwan y el de Turquía, han provocado un número de muertos tan distinto? Las estrictas reglas en cuanto a la construcción de edificios en Taiwan y la cantidad de edificios nuevos fue lo que probablemente evitó que este terremoto matara a tanta gente como el de Turquía.

Los expertos británicos señalan que el daño también puede depender del tipo de firme en la que están construidos los edificios. Los mayores destrozos en el terremoto de 1989 de San Francisco fueron en tierra reutilizada, y la ciudad de México fue duramente golpeada durante el seísmo asesinode 1985 porque gran parte de la ciudad estaba situada sobre sedimentos movedizos de un antiguo lago.

Los científicos quieren evitar el alarmismo. Las cosas pasan porque tienen que pasar, parecen decirnos, informa Ainhoa Iriberri.

El jefe de la Red Sísmica del Instituto Geográfico Nacional, Juan Rueda, ofrecía ayer una definitiva explicación sobre el terremoto de Taiwan, que aleja toda hipótesis apocalíptica: «La isla de Taiwan, situada sobre la denominada placa Filipina, es una zona sísmica muy activa, a causa del desplazamiento progresivo de las dos grandes placas que la rodean, la Euroasiática y la Pacífica».

Walker, del Instituto Geológico Británico en Edimburgo, es más escueto: «Cada terremoto tiene una historia diferente, y siempre hay una buena razón para que las cosas pasen como lo hacen»



Terremotos: ¿está la naturaleza fuera de control?



ABC.ES | JUDITH DE JORGE | MADRID 08/03/2010



Primero Haití, con cientos de miles de muertos. Después Chile, con más de 200, y Japón, donde, por fortuna, no se registraron víctimas. En tan sólo dos meses, la Tierra ha temblado con muchísima fuerza como si se levantara en armas. La potencia de estos terremotos -el chileno del pasado sábado ha alcanzado los 8,8 grados en la escala de Richter (uno de los mayores en los últimos cien años en todo el mundo) , 7,2 el nipón y 7 el de Haití- nos ha sorprendido y conmocionado, como si esto no pudiera repetirse en un plazo de tiempo tan corto y algo anormal estuviera sucediendo. Sin embargo, los científicos aseguran que las entrañas del planeta no están más activas ahora que en otros tiempos desde que se tiene memoria y registros sísmicos. Simplemente, obedecen a las órdenes de una naturaleza que, en este caso y al contrario de lo que ocurre con el clima, sólo responde a sus propias normas, las que marca la geología. Y al ser humano no le queda más remedio que prevenir y, en la medida de lo posible, protegerse.

«Un terremoto siempre es una sorpresa y más con estas dimensiones, pero en un lugar como Chile la actividad sísmica es alta y se sabe que estos terremotos pueden ocurrir», señala Luis Cabañas, sismólogo de la Red Sísmica del Instituto Geográfico Nacional. El seísmo de Chile ha sido especialmente duro, el segundo más potente del país después del registrado en 1960, con magnitud 9.5 y el mayor ocurrido en el mundo. El motivo de este castigo para los chilenos es que su país está situado en el llamado «círculo de fuego» que bordea los países del Pacífico, una de las zonas más sísmicas del planeta, donde se producen el 80% de los terremotos. «Estos terremotos ocurren como consecuencia de la convergencia de las placas tectónicas de Nazca y de Suramérica, lo que produce rupturas bastante intensas y violentas. La placa de Nazca de naturaleza oceánica se curva e introduce bajo la placa de Suramérica de carácter continental, formando lo que se denomina un margen de subducción», explica Cabañas.

Un seísmo gigante al año

Pero, ¿por qué un terremoto tras otro en distintas partes del mundo? ¿Le sucede algo a la Tierra? «En principio, creemos que no, que es un comportamiento normal producido por el movimiento de placas», explica el experto. Las estadísticas indican que aproximadamente «hay un terremoto de magnitud superior a ocho al año -puede ocurrir uno o ninguno-, mientras que pueden registrarse entre 15 ó 18 seísmos de magnitud entre siete y ocho». Lo que ocurre es que no siempre se producen en zonas pobladas ni causan catástrofes tan graves, por lo que muchos se quedan en noticias poco destacadas que olvidamos con facilidad, hasta que uno golpea en una zona densamente habitada y provoca una catástrofe humana que se queda grabada en nuestra retina.

La época que nos ha tocado vivir no ha sufrido más o menos terremotos que otras. Según Cabañas, lo que conocemos del registro sísmico «viene a ser estadísticamente constante». Tampoco influye la mano del hombre. «Es un proceso completamente natural. La intervencion humana no tiene por qué afectar, no tiene nada que ver con lo que sucede, por ejemplo, con el clima».

Después del terremoto de Haití, algunos científicos advirtieron de que catástrofes similares pueden repetirse en Turquía y en Sumatra en los próximos años, y pedían a los gobiernos de estos países que tomasen medidas urgentes de protección antes de que fuera demasiado tarde. Sin embargo, Luis Cabañas indica que es «imposible predecir el lugar y el momento. Al final, los terremotos vuelven a ocurrir donde siempre han ocurrido, son los límites de las placas tectónicas sometidas a esfuerzos y deformaciones que cuando se acumulan y no resisten más liberan energía bruscamente. Hay una posibilidad de conocer cómo están cargándose esas fallas, pero es imposible predecir a ciencia cierta cuándo va a ocurrir. Es probable que en Turquía tengamos un nuevo terremoto, pero igual pasan veinte años y no se ha producido». Eso sí, en Chile se producirán nuevas réplicas.

Ante los terremotos, lo único que le queda al ser humano es protegerse lo mejor posible. «Los países deben tener una normativa sismoresistente para que se construya con más seguridad, una normativa que debe estar basada en estudios sismológicos».


ATRÁS