¿Por qué no, Herbert W. Armstrong? ¿Qué méritos tenía Carlos Taze Russell, que no tuviera éste hombre? Herbert W. Armstrong se mantuvo recordando a la gente que la iglesia no se construyó por su esfuerzo, sino por el Espíritu de Dios. Siempre pensó de sí mismo que era solamente un instrumento en las manos de Dios. Animó constantemente a los miembros de la iglesia a crecer en la gracia y el conocimiento de Cristo, a estar siempre dispuestos a cambiar cuando Dios muestra el camino. Como siempre repetía, la iglesia de Dios debe estar siempre dispuesta a admitir que se equivoca y tener la valentía de cambiar. ¿Será este el escogido para restaurar la Iglesia en éste tiempo?"


¿El Elías de los Tiempos del fin?

Herbert W. Asmrstrong y la Restauración de la Iglesia


Acerca de nuestro fundador
Herbert W. Armstrong hizo hincapié en el hecho de que el cristianismo
es un camino de vida total

Comenzando de la manera más sencilla durante la época de la gran depresión, el ministerio de Herbert W. Armstrong se multiplicó tanto que llegó a darle la vuelta al globo.

En el año 1926 el Sr. Armstrong era un agente publicitario de periódicos en Eugene, Oregón. No se imaginaba que tres décadas después su voz se escucharía alrededor del mundo. No estaba en sus planes una carrera como ministro. Sin embargo, en la primavera de 1931 Dios empezó a dirigirlos a él y a su esposa Loma precisamente en esa dirección.

Al ser desafiados por un vecino, Herbert y Loma Armstrong se enfrascaron en un profundo estudio de la Biblia en 1926. Sus estudios los dirigieron a buscar congregarse con un grupo de creyentes en Valle Willamette, Oregón.

El Sr. Armstrong fue bautizado en 1927. Había transcurrido nueve años desde la terminación de la primera guerra mundial, el conflicto más devastador de la historia. En el período posterior a esa "guerra que terminaría todas las guerras", los mapas de Europa y de buena parte del mundo tuvieron que ser dibujados de nuevo. Una era había terminado en Europa. Un cierto idealismo fue reemplazado por el resentimiento general, la desilusión y la pobreza.

Después de haber ayudado a Inglaterra y Francia a ganar la guerra, los Estados Unidos volvieron su atención hacia sí mismos. El breve período de recesión económica de 1920-21 fue seguido por otro de creciente prosperidad. La industria floreciente produjo nuevas maravillas tecnológicas: automóviles, aparatos de radio, películas.

El carácter nacional estaba, de hecho, dividido. El profundo cinismo y la búsqueda frenética de la expresión propia coexistían con varios grados de conservadurismo. Buena parte del cristianismo se había secularizado. El racionalismo había producido una teología liberal que minimizaba las creencias históricas del cristianismo. La comodidad y el desenfreno ansiado por las masas coincidieron con la "fe sin esfuerzo" ofrecida por muchas iglesias. Sin embargo, los clamorosos años veinte bruscamente dieron paso a la gran depresión de 1929: este fue el contexto para el ministerio del Sr. Armstrong.

En 1931, el Sr. Armstrong fue ordenado por la Conferencia de Oregón de la Iglesia de Dios (Séptimo Día). Este fue el inicio de más de medio siglo en el ministerio, hasta enero de 1986, cuando murió a los 93 años de edad. El Sr. Armstrong detectó la necesidad de enfatizar que un cristiano es alguien que hace un compromiso de por vida con Jesucristo. Visualizó el cristianismo como un camino de vida total, así como de fidelidad íntegra a Jesucristo. "No me crean a mí, créanle a la Biblia", amonestaba vez tras vez durante su largo ministerio.

Cómo empezó "la obra"
La obra de la Iglesia de Dios Universal empezó a finales de 1936. La estación radial KORE en Eugene, Oregón, le ofreció tiempo gratis al Sr. Armstrong para un servicio religioso breve en las mañanas, una franja de 15 minutos que compartía con otros ministros locales. En virtud de que los programas del Sr. Armstrong atrajeron comentarios positivos, el gerente de la radioemisora le ofreció una franja de media hora semanal.

El primer domingo de 1934, nació el programa radial The World Tomorrow ("El Mundo de Mañana"). En febrero empezó la publicación de la revista The Plain Truth ("La Pura Verdad"). Así fueron los modestos comienzos de un ministerio mundial. Otras radioemisoras, primero en Portland, luego en Seattle, empezaron a transmitir "El Mundo de Mañana". El número de suscriptores de la revista "La Pura Verdad" se multiplicó.

Los primeros años
Herbert Armstrong había nacido en Des Moines, Iowa, en 1892, en el seno de una familia cuáquera. Tuvo una infancia normal, asistió a la escuela, trabajaba durante las vacaciones de verano y desarrollaba las habilidades que a su debido tiempo usaría en su ministerio. A los 18 años de edad, después de leer un libro titulado Choosing a Vocation ("Como elegir una vocación"), y siguiendo el consejo de un tío, decidió entrar al campo del periodismo y publicidad. Trabajó duro preparándose a sí mismo, entrenándose mientras trabajaba en periódicos y revistas. Con el objeto de progresar en su carrera, se mudó a Chicago en 1915.

En 1917, mientras visitaba su casa en Iowa, conoció a Loma Dillon, una maestra de escuela de las cercanías de Motor, Iowa. Se enamoraron y poco después se casaron. Después de una serie de éxitos y retrocesos en Chicago se mudaron a Oregón en 1924. Ambos disfrutaron de casi medio siglo de vida matrimonial, compartiendo la obra del ministerio durante casi todo ese tiempo. Loma murió en 1967.

Los Armstrong tuvieron dos hijas, Dorothy y Beverly, y dos hijos, Richard y Garner Ted. Las hijas se casaron y criaron sus familias en el sur de California, después que los Armstrong se mudaron allá, a finales de los años cuarenta. Richard murió en un accidente automovilístico en 1958, poco después de que su esposa había dado a luz a su primogénito. El hijo menor, Garner Ted, ayudó a su padre en el ministerio de la iglesia hasta 1978, cuando fundó su propia asociación evangelizadora.

Llamamiento al ministerio
Cuando el Sr. Armstrong empezó sus estudios de la Biblia, no tenía intención de convertirse en ministro. Estaba entregado a su carrera de anunciante publicitario y planeaba continuar en ese campo. Sin embargo, por causa de que había estudiado la Biblia en forma tan diligente, y por su clara y enérgica manera de hablar, los miembros de la pequeña congregación donde asistían él y su esposa empezaron a hacerle preguntas sobre asuntos bíblicos. Empezaron a pedirle que predicara durante los servicios. De repente se vio a sí mismo arrastrado cada vez más hacia la obra del ministerio. Dirigió reuniones evangelizadoras en pequeños pueblos de Oregón. Las personas venían y las vidas cambiaban. Las congregaciones crecían numéricamente. La Conferencia de Oregón de la Iglesia de Dios (Séptimo Día) reconociendo que el Sr. Armstrong había sido llamado al ministerio, lo ordenó en la primavera de 1931.

Un mensaje de paz
En 1952, el programa radial "El Mundo de mañana" empezó a ser transmitido por Radio Luxemburgo, posibilitando que pudiera ser escuchado en gran parte de Europa. Poco después, la revista "La Pura Verdad" podía ser leída en Inglaterra y por muchos europeos que entendían el idioma inglés. Luego, a comienzos de la década de 1960, se produjeron las ediciones alemana, francesa y castellana. Se abrió una oficina en Australia, seguida por oficinas en las Filipinas, Nueva Zelandia, Holanda, Suráfrica y México.

El Sr. Armstrong empezó a reunirse con jefes de estado, educadores destacados y políticos de naciones tan diversas como Israel, Jordania, Egipto, Líbano, India, Etiopía, Filipinas, Tailandia, Indonesia, Japón, China, Kenia, Swazilandia, Holanda, Bretaña y Alemania. Sus buenas relaciones con varios legisladores japoneses eran tan afectuosas que ellos se llamaban a sí mismos los "hijos japoneses" del Sr. Armstrong.

Sus esfuerzos por ayudar a los pueblos a entenderse unos con otros, condujeron al rey Leopoldo III de Bélgica a concederle al Sr. Armstrong uno de cuatro relojes de manufactura especial, por su contribución a la paz mundial. Por sus incansables esfuerzos de traer un mensaje de esperanza y paz al mundo, un funcionario israelí llamó a Herbert W. Armstrong "constructor de puentes entre los pueblos".

Una vida de logros
Desde sus humildes comienzos en Oregón, hasta que se convirtió en una obra de escala internacional, el Sr. Armstrong se mantuvo recordando a la gente que la iglesia no se construyó por su esfuerzo, sino por el Espíritu de Dios. Siempre pensó de sí mismo que era solamente un instrumento en las manos de Dios. Animó constantemente a los miembros de la iglesia a crecer en la gracia y el conocimiento de Cristo, a estar siempre dispuestos a cambiar cuando Dios muestra el camino. Como siempre repetía, la iglesia de Dios debe estar siempre dispuesta a admitir que se equivoca y tener la valentía de cambiar.

Herbert Armstrong fue un hombre de energía y visión inagotables. Los programas de radio y televisión, junto con la revista "La Pura Verdad", recibieron reconocimiento internacional. La Iglesia de Dios Universal tiene ahora centenares de congregaciones locales alrededor del mundo. Desde las oficinas internacionales de la iglesia, una junta dirigida por Joseph Tkach continúa supervisando la obra que empezó en 1934. Esa obra es la proclamación de las buenas nuevas, el evangelio de Jesucristo, al mundo entero.


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