EL ENGAÑO INVENCIBLE.
Por Gary Busselman

Llegué a los Testigos de Jehová por la puerta principal hasta sus entrañas y salí por la puerta trasera. Yo tuve que superar mí estado de negación, el invencible engaño, y admitirme dentro de lo más profundo de mí ser que algo me había sucedido, algo que yo no fui en busca, y que yo no lo pedí ni lo merecía. Algo me había pasado a mí, pero eso ¿qué fue? ¿Por quién? ¿Por qué a mí? ¿Por qué tuvo que suceder? Primero yo tenía que entender qué fue lo que sucedió. Entonces yo tenía que entender quién lo hizo. Entonces tenía que entender por qué fue hecho, luego yo tenía que entender cómo fue hecho y finalmente tenía que buscar la solución. Yo tenía que escribir exactamente lo que había ocurrido, por quién, cómo, y por qué. Entonces con eso ya hecho, yo escribí mi plan para el futuro. Yo anoté mis nuevas creencias y las razones por qué ellas eran mis creencias. Yo había hecho un estudio del problema, y yo necesitaba hacer eso, no obstante continué estudiando el problema mucho después de que

Un pobre muchacho quien recibe su material para su alimentación espiritual de una institución me dijo que si yo no entendía y aceptaba a Dios como él entendía a su dios, me quemaría en algo que él llamó el infierno. Con fuego real. Otro me dijo que la razón por la cual él sabía que él tenía al dios correcto era porque su dios había matado los miles y miles de personas, hombres mujeres y niños, incluso a los bebés, y él dijo que su dios me mataría también a menos que yo no siguiera su menú especial de conductas aceptada.

Yo he llegado a la conclusión que por la mayor parte, de nuestro problema era muy similar. La mayoría de nosotros podemos estar de acuerdo en el problema, incluso aún con otras perspectivas del mismo. En cierto sentido, nosotros nos unimos por un enemigo común. Nada que yo he visto puede realmente unir a las personas como lo hace un enemigo, y nosotros tenemos la ilusión de uno. Uno bien grande.

He observado a algunas personas, no necesariamente son todas anteriores Testigos de Jehová, quiénes trabaja día y noche con el problema. Ellos estudian el problema. Ellos leen libros escritos por otras personas sobre el problema. Ellos escriben sus propios libros sobre el problema. Ellos se obsesionan tanto con el problema al punto que estudiar el problema se vuelve una adicción. El problema se vuelve un problema, y ellos se quedan infelices, o ellos se quedan en la depresión, o ellos permanecen en una conducta violenta.

Cuando yo estudio el problema entiendo mejor el problema. Cuando estudio la solución entiendo mejor la solución. Cuando yo lleno mi día del problema, entonces yo vivo en el problema. Cuando lleno mi día de la solución, entonces vivo en la solución. Cuando hablo sobre ayudar a otras personas, yo no me siento mejor. Pero cuando yo realmente salgo y ayudo a otras personas entonces me siento bien. Cuando yo golpeo a cualquiera, incluso a un Testigo de Jehová, me siento mal. Cuando le doy un abrazo a alguien que me siento bien. ¿Por qué entonces no querría sentirme bien? Si algo nunca funcionó en el pasado, yo apuesto que nunca funcionará en el futuro.

Yo creo que las soluciones individuales son diferentes para cada uno de nosotros, pero también creo que los principios que llevan a, y a través de las soluciones son los mismos preceptos para todos nosotros y están tan claros y aceptables como la lluvia, la gravedad, comida y sueño. Yo veo muchos que no tienen las cosas simples que funcionan esto porque las cosas simples que funcionan son demasiada obvias. Yo me vi con ese vacío en mi propia vida porque yo estaba siguiendo la agenda de mis padres, o de mis suegros, o mi hermano, o mi esposa, o mis niños. Yo estaba fuera de control y yo lo necesitaba.

Nada realmente se siente en tal control como lo es el poder. Es que el poder es una realidad mientras que el control es una ilusión. El poder puede ser como una droga. Yo fui a lugares qué yo nunca quise ir, para ver personas que yo no conocía, para comprar las cosas que no necesitaba, con dinero que yo no tenía, para impresionar a personas que no me agradaban. Yo tenía problemas con los empleos, con relaciones, dinero, las personas, lugares, y cosas. Yo estaba siempre apurado. Yo siempre me sentía como estaba en un escenario. Yo siempre tenía un sentimiento de una sentencia inminente a la condena. Yo me sentía como si yo me hubiera infiltrado en mi propia vida y que yo era un impostor y alguien lo iba averiguar y me lanzaría fuera. Algo estaba roto y yo no podría componerlo. Un mal lugar para alguien que necesita sentirse en control.

La respuesta está dentro de la respuesta. El problema está dentro del problema. Yo me pregunto frecuentemente: ¿Estás viviendo en la solución o estás viviendo en el problema? ¿Dónde necesitas ir? ¿Estás caminando en esa dirección? ¿Estás feliz con su vida?

Gary Busselman