Jornada de Convivencia

La evolución personal y colectiva de individuos que pertenecieron a los testigos de Jehová, y que por motivos de conciencia, han abandonado el grupo en los últimos cinco años, ha sido muy grande.

Para algunos, esta evolución les ha llevado a recuperar la libertad perdida, y dentro de ella, experimentan lo que Raymon Franz denomina en su libro En Busca de Libertad Cristiana, cap. 17 «la huidiza cualidad del equilibrio», que describe la difícil etapa por la que hemos pasado todos, en la búsqueda de un comportamiento prudente, sobrio y equilibrado, la necesidad que todos tenemos, de encontrar los elementos que nos ayuden a tener una perspectiva apropiada de la libertad cristiana.

Para otros, el cambio ha sido traumático y lleno de confusión. Particularmente cuando se han pasado años en un sistema religiosos absolutista - que alega poseer la verdad absoluta en todos los temas importantes de creencia y de vida - y se ha abandonado ese sistema, se puede sentir no sólo incertidumbre, sino también un sentimiento de falta de estabilidad y de guía. Es fácil pasar del extremo de creer que se tiene "la Verdad" sobre todo, a sentir que no se tiene la verdad sobre nada, de aceptar casi automáticamente todo lo que se enseña, a ser crítico con todo, a dudar de todo lo que se ha creído - casi una forma de paranoia intelectual.

Estamos seguros que el IV Encuentro de anteriores Testigos de Jehová celebrado el pasado 8 de Diciembre en Torreón de Ardoz (Madrid) es un elemento más, a aportar en esa búsqueda del equilibrio, donde huimos de los extremos y los extremos huyen de nosotros, y en donde discernimos la línea divisoria que nos acerca a esos extremos.

Las palabras «tolerancia» y «respeto», se materializan en la aceptación de opiniones contrarias, modos de ver la Biblia diferentes, y en el afán y la búsqueda de aspectos que nos unan a los millones y millones de personas que afirman profesar el cristianismo, y no, que nos dividan en el maremagnun de sectas que utilizan la ideología para sobresalir o reivindicar la supremacía sobre los demás.

Con ese afán nos reunimos de nuevo en Madrid, dando un enfoque más social y menos religioso a dicho encuentro, con la máxima de que 'hablando de nuestro problema, aliviamos nuestro problema', y planteándolo desde la perspectiva del coloquio abierto, más bien, que de la exposición de un tema preparado, tipo discurso 'watchtower'.

Y es que, o rompíamos esquemas, o los esquemas nos volvían a atrapar.

Iñigo Alkain, David Mora, y Julio Martínez, fueron alicientes suficientes para que el auditorio tuviera una fluida participación, preguntando y exponiendo su propia experiencia y opiniones. Las posturas diferentes no eran óbice para que la cordialidad imperara. Y una cuestión que surgió más de una vez: ¿Éramos felices mientras pertenecíamos a los testigos de Jehová?

En más de una ocasión surgió este tema, pues algunos de los interpelados afirmaron que, mientras eran Testigos, se sentían felices, aunque con diferentes síntomas (todos los testigos de Jehová lo experimentan) de que tal felicidad no era completa. ¿Se puede ser feliz en la ignorancia? ¿Se puede ser feliz bajo la mentira, la manipulación, el abuso del poder y la intolerancia?

¡Sí! Sobre todo, cuando la persona no percibe todo lo dicho, cuando la persona tiene un velo ante los ojos, y no percibe la vida fuera de las cuatro paredes de las que se ha rodeado. Y es que la ignorancia, puede proporcional una medida de felicidad. ¡Hasta Eclesiastés afirmaba que el conocimiento traía dolor! No es extraño que desde la perspectiva de quien ignora, tal felicidad sea plena, sobre todo, cuando se presentan los obstáculos como normales, incluso como 'pruebas' que pulen a aquel que los sufre.

Mª Angeles Vallet nos habló del control mental, quiénes lo producen y con qué objetivos, cómo afecta psicológicamente al individuo este control, en especial, cómo afecta la manipulación mental a la mujer testigo de Jehová.

Mucho fue lo que aprendimos de Angeles, porque mucho ha sido el sufrimiento que esta mujer ha experimentado como mujer, como hija, y como ser humano, que en ningún momento ha renunciado a sus derechos fundamentales en favor del derecho que todo colectivo tiene de existir y crear sus propias normas de comportamiento. El derecho individual debe prevalecer siempre sobre el colectivo.

Finalmente, y en vista que la reunión se alargaba a algo más de tres hora, se decidió interrumpir esta, sin tocar el tema que se iba a revisar sobre las intenciones de Cristo de Crear una Iglesia corporativa, tipo Iglesia Católica o tipo Iglesia testigos de Jehová.

José Martín concluyó con unas citas del libro Los Testigos de Jehová y sus Especulaciones sobre el Futuro en las que se puntualizan las amplias miras de un cristiano a la hora de asociarse o pertenecer a algún grupo religioso. Acentuó estas, no con ánimos conclusivos o definitivos, sino como alternativa valida a la hora de planificar nuestras inquietudes religiosas colectivas.

Y un grupito de cuatro de los asistentes nos deleitó a la conclusión con una hermosa canción, acompañados de una guitarra. Muy hermoso, y muy apropiado al despedirnos.

Por supuesto, el Encuentro ó Jornada dio mucho más de sí, que lo relatado en esta web. Desde las once de la mañana, hasta las 22'30 de la noche, ocurrieron y se habló de muchas más cosas que las dichas.

Tal vez el próximo verano volveremos a reunirnos. Confiamos que los esfuerzos de muchos nos lleven a coordinar una nueva Jornada de Convivencia que sea la medicina necesaria para reivindicar nuestro derecho a actuar en conciencia, sin temor al que dirán nuestros anteriores compañeros, y para sanar nuestro dolor profundo al sentirnos manipulador, explotados y vilipendiados por una organización que decía ser de Dios, y no era y es, una organización humana, simplemente humana.

Algunos de los asistentes a la reunión de Madrid, el 8-12-2001.