REFLEXIONES DE FIN DE SIGLO



TESTIGOS DE JEHOVÁ... ¿UN BARCO QUE NUNCA SE DEBE ABANDONAR?

Una característica observada en muchos grupos religiosos y sectas, es el de utilizar principios, normas y pautas elevadas, con las que juzgan el proceder de otros, sin caer en la cuenta que tales principios, aplicados a sí mismos, podrían provocar un verdadero terremoto coyuntural en su estructura de organización.

A esta conclusión han llegado grandes estudiosos en la materia, aunque los que han detectado tal curiosa manera de portarse, han sido los que por años han pertenecido a dichos movimientos religiosos, y desde la perspectiva en libertad, han vuelto a remirar en la concepción doctrinal del grupo al que pertenecieron, y en lo que en realidad, entendían como libertad, crítica interna, y modo de aplicar a sí mismos, lo que con gran profusidad aplicaban ó elogiaban en otros.

Raymond Franz, en su libro "En Busca de Libertad Cristiana" destaca tales incongruencias, analizando diversos artículos relacionados con el control mental, y que los Testigos utilizan para animar a sus lectores "a una determinación personal sobre la veracidad, con base en las Escrituras de las cosas enseñadas, y las que uno cree. Estos artículos no defienden una actitud de "siga la mayoría" para conformarse a los puntos de vista de un grupo determinado. Ellos estimulan la prueba personal, el que personalmente se pesen los hechos, el que se acepte o rechace personalmente. Urgen al lector a que esté dispuesto a ponerse de pie por lo que crea con la confianza que el apegarse a la verdad, sin compromisos, resultará siempre en el mejor camino."

Sin embargo, esta pregunta permanece: ¿Pueden ser las personas consistentes si se apegan a estos principios sólidos, adecuados que les han sido fijados, cuando se enfrentan a fuentes de información externos a su comunidad religiosa particular, y sin embargo abandonar los mismos principios dentro de su marco de acción? ¿Qué puede decirse similarmente, de una organización que urge a sus miembros a aplicar de manera diligente tales principios hacia fuentes externas de información, pero desestimula, desacredita, y hasta denuncia a aquellos que se los aplican, con relación a la información que ella misma provee?

Dónde este sea el caso, ¿qué razón existe para creer que la resistencia al adoctrinamiento externo, a la "persuasión de masas", es necesaria y genuinamente el producto de convicciones profundas que provienen del pensar por uno mismo? ¿Qué seguridad existe que no sea este el caso de un adoctrinamiento contra otro adoctrinamiento, que el rechazo de uno a que se le marque con una "etiqueta falsa" y la desaprobación y presión del exterior no es hasta cierto grado el resultado de estar ansioso por evitar estas "etiquetas falsas", la desaprobación y la presión al interior de la propia comunidad religiosa? Mas importante, ¿cuán significativo es el que una organización urge a la gente a rechazar el error escondido, la manipulación de los hechos, y las verdades a medias que provienen de otra gente, si al mismo tiempo permite estas técnicas para sus propias enseñanzas? Mas allá, ¿cuán honesto y consistente es, cuando ella misma trata de imponer una regla de silencio contra cualquiera que utilice los poderes mentales que dios le dió, para discernir tal error, hasta el punto de poner la etiqueta a cualquier discusión de "habla rebelde?

¿Cuán consistente es alabar el pensamiento independiente con relación a información externa, pero condenarla como un signo de inmodestia y de falta de humildad, cuando se trata de información provista al interior de la organización?

Estas preguntas nos deberían llevar a comprender por un lado, la inconsistencia de aplicar ciertas normas de gran sabiduría y utilidad a otros grupos religiosos, y por otro lado, anular la capacidad analítica del adepto, para que esas mismas premisas no llegue a aplicarlas a su propio comportamiento o el del grupo en el que milita.

Esto se hizo conmigo durante 22 años. En la última conversación que mantuvimos con un 'cuerpo de ancianos' el 4 de mayo de 1996, mi esposa y yo, tuvimos la oportunidad de citar de dos Atalayas correspondientes a 1.995, en las que se cometían esta clase de incongruencia. Me refiero a La Atalaya del 1 de Febrero de 1995, y La Atalaya del 1 de diciembre de 1995, con artículos verdaderamente significativos: "¿Es su religión un barco que nunca debe abandonar?" y "¿Escogeremos la tradición o la verdad?"

Y digo, verdaderamente significativos, porque en estos artículos se defiende el derecho que toda persona tiene, de examinar con todos los medios posibles a su alcance, sobre la verdadera naturaleza de las enseñanzas y doctrinas que profesa para ver si provienen de Dios o de los hombres, así como de rechazar la actitud de muchas personas de dar apoyo a la religión que profesan, esté ésta en conformidad o no con la Biblia.

Basándonos en el contenido de estos artículo, tratamos de razonar con estos ancianos (evidentemente, sin éxito) sobre lo conveniente de parte de cada uno de los Testigos de Jehová de examinar sus creencias y de tener el valor de afrontar la realidad de las cosas.

Recuerdo que cité literalmente de algunos párrafos de La Atalaya del 1 de diciembre de 1995, págs. 4 y 5, donde dice:

"Podemos aferrarnos inocentemente a tradiciones -información, opiniones, creencias o costumbres transmitidas de generación en generación- que han sido contaminadas por filosofías e ideas falsas y engañosas. Tal como el agua contaminada, pueden causar mucho daño: daño de naturaleza espiritual. Aun si pensamos que nuestras creencias religiosas tradicionales se basan en la Biblia, todos debemos dedicar tiempo a examinarlas cuidadosamente."

¿Qué pasa con el Testigo de Jehová? ¿Se está aferrando inocentemente a tradiciones -información, opiniones, creencias o costumbres transmitidas de generación en generación- que han sido contaminadas por filosofías e ideas falsas y engañosas.? ¿Qué hay cuando examinamos detenidamente una enseñanza 'diferente' que los testigos dicen ser producto de un 'destello' de luz en nuestros tiempos?

La enseñanza de que Cristo fué entronizado en 1914, que en ese tiempo comenzó su 'parousía' y los 'últimos días' de este sistema de cosas, ¿es una enseñanza bíblica?. O, ¿es una información, opinión, creencia o costumbre transmitida de John Aquila Brown, a Nelson H. Barbour, a Carlos T. Russell, a Joseph F. Rutherford, a Natan H. Knorr, a Frederick Franz y a Milton Henschel que se nos está imponiendo como doctrina oficial indiscutible? ¿Cómo llegan los Testigos a determinar que 1914 es una año marcado en la Biblia en una profecía que fué dada tres mil años antes? ¿Lo hacen haciendo cábalas, alambicando textos, sacando suposiciones, interpretando términos, etc. o citan de un texto concreto y específico que afirma que algo tan notorio y evidente como el entronizamiento de Cristo en los cielos sucedería en el año 1.914?

Las publicaciones de los Testigos no sienten ningún rubor al declarar sin ambages: "A juzgar por los resultados, no cabe duda de que el espíritu santo de Jehová dirigió los esfuerzos del hermano Russell y sus compañeros. Dieron prueba de que formaban parte del esclavo fiel y discreto." (Vea La Atalaya del 15 de mayo de 1995, pág. 17)

Tuvimos la oportunidad de mostrar la incongruencia que existen entre dos informaciones publicadas en La Atalaya en un espacio breve de tiempo (menos de seis meses). En La Atalaya del 15 de mayo de 1995, pág. 18 #11, se afirmaba los siguiente:

Aumentan los destellos de luz

"Particularmente desde 1919, los siervos de Jehová han sido bendecidos con más y más destellos de luz. ¡Qué brillante resplandor recibieron en la asamblea de 1922 en Cedar Point, cuando J.F.Rutherford, segundo Presidente de la Sociedad Watch Tower, recalcó enfáticamente la obligación primordial de los siervos de Jehová al decir: "¡Anuncien, anuncien, anuncien al Rey y su reino!". Al año siguiente, una luz brillante aclaró la parábola de las ovejas y las cabras. Se entendió que esta profecía se cumple en el presente día del Señor, no durante el Milenio, como se había pensado anteriormente."

Y en La Atalaya del 15 de octubre de 1995, pág. 22 dice:

"No hay indicación alguna de que en 1914 o después de ese año Jesús se sentara para juzgar finalmente a las personas de todas las naciones como ovejas y cabras."

Les pregunté: "¿Cómo es posible que en Mayo se alegue que 'una luz brillante aclaró la parábola de las ovejas y las cabras' en 1923, y en Octubre se vuelva otra vez al entendimiento que había antes de 1923? ¿Cómo es posible que la Iglesia Católica haya tenido la razón desde un principio con la ubicación de cumplimiento del juicio de las ovejas y cabras? Ante el titubeo de ellos, les pregunté: ¿Tienen los testigos de Jehová derecho, aún pensando que sus creencias religiosas tradicionales se basan en la Biblia, a dedicar tiempo a examinar cuidadosamente, si el espíritu santo de Jehová dirigió al hermano Russell y sus compañeros? A estos 'ancianos' le dijimos: "¡Pues esto es lo que estamos haciendo nosotros!"

Es más, les leímos el último párrafo del artículo citado en primer lugar, donde dice:

"¿Tendrá usted el valor de liberarse de las creencias tradicionales que ha profesado por años si se da cuenta de que están en conflicto con la verdad? Haga caso de las advertencias. Protégase a usted mismo y su familia asegurándose de que sus tradiciones estén en armonía con la Palabra pura de verdad de Dios."

Finalicé estas citas, asegurándoles que eso precisamente que decía la Atalaya era lo que yo estaba haciendo e iba a seguir haciendo: liberarme de las creencias tradicionales que había profesado por los pasados 22 años si me daba cuenta que estaban en conflicto con la verdad; y proteger a mi familia y a mi mismo, pues, ¿qué sentido tiene que se exhorte a los lectores de ese artículo a que "hagan caso a las advertencias" y que ahora, el testigo de Jehová no pueda hacer nada al respecto, pues de lo contrario, puede ser tachado de "rebelde" o "apóstata"?

En ese mismo momento percibí que los testigos de Jehová tienen dos escaparates a los que dirigen sus palabras: uno, a los componentes de otras religiones, sean las que sea, a los que exhortan a no tener miedo, a seguir las advertencias, a investigar las raíces de sus doctrinas, a cuestionar la realidad de sus esperanzas y expectativas; y por otro lado, a los componentes de los testigos de Jehová, a los que se exhorta a ser leales a la organización, a tener fe en ella, a reprimir sus dudas, pensar que estas son influidas por Satanás el Diablo, que sus enseñanzas son correctas, las mejores, las más sabias, y que nunca deben leer o ver libros o programas en los que aparezcan ex-testigos, pues eso puede envenenar su espiritualidad.

Esta última exhortación siempre me había resultado 'mosqueante', pero yo la había respetado fielmente. "¿Es que estas palabras aplican a católicos, protestantes, mormones, evangélicos..., y no nos aplican a nosotros?" -pregunté.

Buena prueba de la doble moral e intención que reflejan el contenido y la naturaleza de los consejos que aparecen en las publicaciones editadas por la Watchtower, es el artículo que aparece en La Atalaya del 1 de Febrero de 1995, con el tema: ¿ES SU RELIGIÓN un barco que nunca debe abandonar? En el, uno tiene la oportunidad de observar un 'ataque' solapado a la iglesia católica, al comenzar diciendo:

"Los teólogos, especialmente los doctos católicos, suelen comparar a su Iglesia con un barco que está capeando un temporal. Dicen que este barco, que tiene a Jesús o a Pedro al timón, representa el único medio de salvación. La postura del clero es: 'Nunca abandone el barco; la Iglesia ha atravesado graves crisis en el pasado, pero es un barco que ha superado todas las tempestades de la historia'".

Lo que no dicen también, es que los ellos mismos, consideran a la congregación como un barco que navega por las aguas embravecidas del mar, y que la permanencia en dicho barco es vital para la salvación.

De hecho, han elaborado un conjunto de requisitos que los hace imprescindibles para que una persona pueda tener una relación con Dios. Se han establecido como el "único conducto colectivo de Dios para la corriente de la verdad bíblica para los hombres en la tierra." (Vea La Atalaya del 1 de diciembre de 1960, pág. 727.)

Y agregan en La Atalaya del 1 de junio de 1982, pág. 27: "Jehová Dios también ha provisto su organización visible, su 'esclavo fiel y discreto', compuesto de personas ungidas por Espíritu Santo, para ayudar a los cristianos de todas las naciones a entender y aplicar correctamente la Biblia en su vida. A menos que estemos asociados con este canal o conducto de comunicación que Dios utiliza, no adelantaremos en el camino hacía la vida, prescindiendo de cuánto leamos la Biblia."

¿Por qué? Contestan en La Atalaya del 1 de julio de 1981, págs. 17, 18: "Jehová Dios hizo que la Biblia se escribiera de tal manera que fuera necesario a las personas estar en contacto con Su conducto humano antes de que pudieran entender la Biblia plenamente y con exactitud." Así pues, "la manera en que Jehová Dios ha hecho que prosperen las actividades que se han llevado a cabo bajo la dirección de éste esclavo no deja dudas en la mente de los cristianos dedicados respecto a que Jehová Dios le ha dado su aprobación."

Y el planteamiento es radical; no solamente hay un sólo conducto para adorar a Dios de manera acepta, sino que, si por un momento dudamos de la veracidad de sus creencias, de seguro Jehová nos va a ver con desagrado, pues él ha hecho que se escriba la Biblia de tal manera que nadie la entienda si no está en contacto con éste 'conducto' humano.

Para los publicadores de esta revista, los miembros de la Iglesia católica deben dejarse de sentimentalismos, o de temores a sentirse traidores. De hecho lo ilustran con una cita de Hans Küng, conocido teólogo católico disidente, -¿por qué se valen de citas de 'disidentes' católicos, y no permiten a sus adeptos que puedan leer el libro 'Crisis de Conciencia' de Raymond Franz, y otros?- que se preguntó:

"¿Podría abandonar la barca en la tormenta y dejar a los otros, con quienes he navegado hasta ahora, la lucha contra el viento, contra las olas, o eventualmente por la mera supervivencia?". Contestó: "No renunciaré a la actuación eficaz dentro de la Iglesia".

¡Qué hipócritas! Me vienen a la mente tantas expresiones de Jesús dirigida a fariseos y saduceos que les aplican a ellos, que me reprimo de utilizarlas para no dar un 'tono' diferente al que tenía previsto en un principio.

El caso es, que nos revelan dos razones por las que muchos testigos de Jehová se mantienen subidos al barco, a pesar de que perciben que "su religión está equivocada en muchas cosas, pero que esperan cambie."

1o.- Un afecto sincero por la religión que han profesado por tiempo.

2o.- Un temor a sentirse 'traidores' con sus compañeros.

Ellos están observando los cambios doctrinales que les están modificando todos los esquemas en su vida. Se dan cuenta de las expectativas falsas que han tenido con respecto a 1.975, y después con respecto a la "generación que no pasará". Se dan cuenta del daño innecesario que han sufrido, sometiéndose a prohibiciones que hoy dejan a la conciencia. Perciben de muchas injusticias, y de un amor superficial y artificial dentro de las congregaciones. De hecho, cuando se comparan con otras religiones, sus diferencias en cuanto a moralidad, honradez y comportamiento son mínimas. Y día a día observan el engrandecimiento de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract, con nueva sucursales cada vez más lujosas, con más Salones de Asambleas, más Salones del Reino, y todo esto, valiéndose de sistemas absolutamente usureros y despiadados, pues el dinero que reciben como una contribución voluntaria para construir Salones del Reino, ellos lo prestan a las congregaciones, cobrándoles un 6 por ciento de interés, de modo que se quedan con el dinero, con el interés, ¡y con el Salón del Reino que se construye!

A pesar de todo esto que ven, su sentido de lealtad a la congregación u organización es superior a su sentido común de las cosas. Por eso, es apropiada la conclusión de este artículo que razona:

"Pero, ¿puede quedarse una persona a bordo del barco, de su propia Iglesia con la esperanza de que Dios, en su misericordia, permitirá a todas las religiones tiempo ilimitado para reformarse? Esta es una pregunta sería. Como lo indica la ilustración, abandonar precipitadamente un barco en peligro y subirse a botes salvavidas inseguros sería tan peligroso como quedarse en un barco que se va a pique. ¿Es prudente quedarse en una iglesia a toda costa, sin importar en qué condición se encuentre? ¿Qué perspectivas de reforma ofrecen las religiones hoy? ¿Cuánto tiempo les permitirá Dios obrar en contra de su voluntad?"

Esta es otra pregunta seria: ¿Qué debe hacer un testigo de Jehová cuando observa que algunas de sus creencias no coinciden con lo que dice la Biblia? ¿Debe callar, y seguir actuando como ordena la organización hasta que el Espíritu de Dios "alumbre" a hombres capacitados del error cometido? ¿Es prudente someterse a las directrices emanadas de Brooklyn, como si tal información fuera imprescindible para 'adelantar en el camino hacía la vida, prescindiendo de cuánto leamos la Biblia'? ¿Es sabio el poner fe en una organización humana, que durante los últimos 125 años, lo único que han hecho ha sido engrandecer el poder de una multinacional religiosa, y lo que menos, el ayudar al ser humano a apreciar la libertad que Cristo trajo, y a mostrarse amor a todos los seres humanos, sin distinguir su lugar de origen y su ideología religiosa?

Esta última cuestión tuvo que ver con una pregunta que dirigí directamente a uno de los ancianos que nos visitaron, y que parecía ser el que llevaba 'la voz cantante'. Le dije:

"¿Quieres decirme, por favor, un solo texto en la Biblia, que diga que los seres humanos deben tener fé en una organización, y que deben ser leales a sus enseñanzas y doctrinas?"

Un silencio sepulcral siguió a mi pregunta. Yo miré directamente a los ojos de mi interlocutor. Este los bajó, y pude observar como un rubor se le subió al rostro. Insistí:

-"¿Dime un solo texto?"

Titubeo de nuevo. No sabía. Pero de pronto comenzó a moverse agitado y me dijo: -"Sí hay uno", y comenzó a buscarlo.

Un minuto después, me citó Hechos 20:29, 30, que dice: "Porque yo se que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos". (Val)

Y razonó: "Este demuestra que los discípulos deben mantenerse leales a la congregación y estar alerta contra aquellos que quieren sacarnos de ella."

-"¿Y ese texto justifica todo el entramado de una organización, su forma de dirigir, enseñar y centralizar las cosas? ¿Ese texto da a entender que yo debo ser leal a una estructura organizacional como la que se pretende?" -le pregunte.

No me contesto. Calló y cambió de tema.

Curiosamente, en ese material cuestionan algo con relación a otras Iglesias, pero que nosotros tenemos toda la razón del mundo, para cuestionar en cuanto a ellos mismos: '¿Qué perspectivas de reforma ofrecen la religión de los testigos de Jehová hoy día?'

Los Testigos de Jehová son una religión que cambia regularmente sus enseñanzas, independientemente que estas sean fundamentales, o que tengan que ver con un punto o una coma, ellos cada año presentan 'novedades' con respecto a su entendimiento sobre ciertos detalles de sus doctrinas. El caso es que tales cambios son indiscutibles, y apenas salen del filtro que el Cuerpo Gobernante provoca en sus reuniones semanales, toman el carisma de un dogma de fe parecido al de otras Iglesias. Aunque ellos dicen que son falibles y se equivocan, mientras el dogma no sea sustituido por otro mejor, el 'oficial' es infalible y si alguien lo discute, puede ser echado de la congregación como perturbador que trata de ocasionar divisiones.

A pesar de esto, muchos de los cambios que han efectuado, ya habían sido anunciados por ex-testigos que habían observado muchas de las incongruencias que sostenían. Una lectura detenida de 'Crisis de Conciencia', publicado en 1983, descubre la previsión de cambios que tenía que ver con la 'generación que no pasará' o con el 'servicio civil sustitutorio', y que se han producido en 1995 y 1996.

El libro 'Testigos de Jehová... La Especulación del Futuro' escrito por José Martín Pérez, anuncia diversos cambios que se irán realizando en los próximos años. Concretamente anuncia cambios en:

a) El significado en 1914.

b) Trasladarán el cumplimiento de todo lo relacionado con Mateo 24 y 25, hacía el futuro, y modificarán el entendimiento del término griego 'parousía'.

c) Nuevo entendimiento en lo que significa el término "escogidos".

d) Posterior cambio de las explicaciones que ahora dan a diversas parábolas como el trigo, las redes de pescar, etc., y en las que se menciona a los 'justos', 'hijos del reino', 'asalariados', etc., no solo en la ubicación en el tiempo, sino en la aplicación moderna de ellas.

e) Terremoto estructural en el significado de gran cantidad del libro Apocalipsis.

f) Dejarán la prohibición de la transfusión de sangre a la conciencia.

En ese libro también se razona:

"Los testigos de Jehová se enfrentan a un gran reto: seguir reestructurando su sistema de doctrinas sin romper bruscamente con el pasado. Es una batalla en la que de antemano tienen perdida la guerra, pues no basta con retocar detalles sobre 1914, o sobre las transfusiones de sangre, o sobre la posición de la grande muchedumbre, y la nueva identidad de los 'escogidos', etc.

El error es mucho más profundo, pues arranca desde los cimientos de su creencia de que Dios está utilizando a la Watchtower y a los propios Testigos como sus 'embajadores', como la parte visible de la organización de Dios."

El caso es que esta cuestión que planteó la Atalaya del 1 de febrero de 1995, dirigido directamente a los miembros de la Iglesia Católica, creo que ha sido una cuestión que se han planteado miles de Testigos durante 1996 y 1997, a tal grado que durante esos años, sus dirigentes, asustados por el continuo fluir de gente que ha solicitado su desasociación, han utilizado más de el 30% de los artículos de Atalaya, en incorporar temas y párrafos relacionados indirectamente con las dudas, la apostasía, las deserciones, la lealtad a la organización, etc., junto con temas de confirmación de las enseñanzas más características de los testigos. A pesar de esto, no han podido evitar que durante 1997, en más de treinta países (entre ellos España, Suecia, Gran Bretaña, Bélgica, Suiza, etc.) ¡hayan dejado el barco más personas de las que se han subido a el! ¡En todos estos países, han descendido el número de Testigos que informan actividad!

Curiosamente, fomentan entre ellos la idea de que son pocos, los que renuncian voluntariamente a seguir militando entre sus filas, y que cuando alguien abandona el grupo, cae en la desesperación o en la degeneración. En un símil popular, creen que los que se han ido caben en un taxi.

Nada más lejos de la realidad. En los 22 años que he estado entre ellos, he visto 'muchos taxis' llevarse a personas, ¡hasta grandes autocares han abandonado el colectivo!; unos, de forma solapada y silenciosa, otros de forma clara y directa, escribiendo una carta de renuncia que se conserva en los archivos de la congregación a la que perteneció. Y en la mayoría de los casos, ninguno ha caído en la desesperación o en la depravación.

Y es que dentro de los Testigos, no todos son dóciles borreguitos que obedecen sin rechistar. Hay muchas personas pensadoras, que anteponen su conciencia a cualquier norma de tipo organizacional, y luchan por transmitir el mensaje de Cristo sin adornos ni ataduras. Hay otros que despiertan del sueño provocado por el continuo fluir de información, reuniones, asambleas,... y dedican unos minutos a pensar seriamente en su posición ante Dios.

Y se dan cuenta que los cristianos genuinos no tienen necesidad de ir en barcos, sea de la índole que sea, cuando existe tierra firme; no tienen necesidad de 'mediadores', 'conductos colectivos de Dios para la corriente de la verdad bíblica' o 'esclavos fieles y discretos,... para ayudar a los cristianos de todas las naciones a entender y aplicar correctamente la Biblia en su vida,' pues Cristo es autosuficiente para realizar todas estas labores de modo satisfactorio sin necesidad de una multinacional religiosa, tipo Sociedad Watch Tower Bible and Tract.

Por eso, sinceramente pregunto: "TESTIGOS DE JEHOVÁ... ¿UN BARCO QUE NUNCA SE DEBE ABANDONAR?

© José Martín Pérez